El mundo onirico de Frank Kunert

Con el auge de las herramientas virtuales por ordenador, la arquitectura, en su mayor parte, ha abandonado su valioso patrimonio analógico por las promesas y muestras exuberantes del mundo digital. La obra del artista alemán Frank Kunert, junto con la de otros muchos de sus contemporáneos, expresa la lucha en contra de este positivismo mediante la presentación de mundos alternativos en los que estructuras imposibles y entornos imaginarios alcanzan una calidad táctil totalmente carente en las nuevas arquitecturas virtuales.

A través de una atención obsesiva a los detalles, las miniaturas de Kunert consiguen construir y simular verazmente las estructuras y espacios que representan, de hecho éste artista puede trabajar meses en una misma maqueta para asegurar el realismo de la obra.

Kunert deliberadamente dirige la atención del espectador a la artificialidad de su obra a través de unas fotografías "construidas" que reflejan una especie de "realismo mágico" donde las recreaciones exactas de las estructuras físicas son subvertidas o alteradas por narrativas lúdicas-satíricas, como una pista de metro elevado a la estratosfera en medio de las nubes, aparentemente esperando la llegada de un avión de pasajeros.

Mientras que las capacidades digitales han producido una cultura académica y profesional donde la imagen virtual ha eclipsado el producto material, la preocupación del artista en éste caso reside en un compromiso renovado con lo tangible... con lo que hace posible de nuevo soñar en la arquitectura.