El propietario/a de este loft tiene que ser un ángel, y por lo tanto hermafrodita, por lo que no entraremos en cuestiones de género. Lo que nos interesa es como una criatura de este tipo fue capaz de transformar un espacio sucio y desvencijado de un viejo edificio industrial, en una vivienda realmente 'divina'. Seguramente hizo un milagro... los ángeles tienen esa capacidad. Buscaría un lugar adecuado, apartado en uno de esos barrios donde hasta hace poco ni el propio diablo se atrevía a entrar y que ahora se han convertido en los lugares de residencia más 'posh','chic', 'in' de la ciudad. Debía gozar de gran privacidad y sobre todo disponer de mucho, mucho espacio para extender sus enormes alas plumadas y así poder descansar de los largos y agotadores días repletos de buenas acciones...ese era su cometido, supuestamente; piensa Ángel o Ángela -según para quién- con una sonrisa burlona extraña en su cara angelical, mientras hace ronronear con lentas caricias a su gata persa blanca. No pudo resistirse a las tentaciones de la gran ciudad, sucumbiendo sin demasiada resistencia a los placeres terrenales ofrecidos por esos malditos hijos de la noche -ahora sus amigos y amantes- que acabaron por hacerle ver cuan sexy y poderoso podía llegar a ser como ángel caído.
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