Muchas veces no sabes como definir una casa o con que relacionarlo, este es uno de esos casos.
La veo y hay algo que me gusta, no lo voy a negar aunque hay algo que me produce cierto rechazo, y sé lo que es, el desorden que reina en cualquiera de sus estancias. La veo masculina, me imagino viviendo a un treinteañero, soltero, lo imagino artista, bohemio, creativo...dedicado al mundo de las artes y oficios.
Pero por mucho que imagine siempre viene a mi mente la misma frase " que caos de casa", seguramente sea ese su encanto, el eclecticismo que la rodea, los diferentes estilos y el juego con variados materiales.
Posiblemente sea un desorden estudiado...pero para los que partimos de la base de la simetria no deja de ser un golpe con efecto.
Y sólo puedo imaginar los espacios vacios y pensar que haría con el resto, por donde empezaría mi reconstrucción. Seguramente aprovecharia gran parte del mobiliario existente, no está la cosa como para ir tirando muebles, y los reubicaria.
Pero es aquí cuando vendrian los verdaderos problemas, y es que yo misma le habría robado la esencia a la casa, su esencia, lo que un día hizo que algo en ella me llamase la atención.
Y es que como regla general, y esto deberiamos grabarnoslo todos a fuego, nunca hay que cambiar las cosas ni hacer cambiar a la gente su forma de ser o actuar, si no aceptarlas tal y como son, porque si un día fueron elegidos como amigos, pareja u otros lazos de unión fue precisamente por algo, porque nos llamó la atención un rasgo de su caracter, de su personalidad y si eso lo hizo especial en su momento en nuestra vida seguirá siendo especial durante el resto de sus dias.
Así que vivamos y dejemos vivir respetandonos los unos a los otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario