Los dormitorios juveniles parece que tienen menos importancia que los infantiles, pero eso simplemente es una falsa creencia, ya que tienen tanta o más que los antriores pues se trata de un espacio al que se le va a dar bastante más uso. Es la estancia de la casa donde el niño va a pasar más tiempo ya que además de ser su refugio para esas horas tontas será también su sitio de estudio y de descanso.
Recuerdo cuando mi hermano Javi tenía unos 15 años, yo tenía 9, pero lo recuerdo perfectamente, se encerraba y no nos dejaba entrar y mi madre me decía; déjalo Bea, está en la edad del pavo. Esta etapa se alargó bastante y decían que le estaba durando más de lo normal, menos mal que finalmente se le pasó y hoy es un hombre de los pies a la cabeza y lo más importante, una gran persona.
Los niños de hoy me da la sensación de que empiezan esa etapa mucho antes, pues con 10 u 11 años ya están con el pavo, con 12 tienen el pavazo y con 15 ya tienen hasta cresta los pavos, en fin...que como todo en esta vida, cada vez parece que las cosas pasan más deprisa, quizá sea que yo, como observadora que soy todo lo veo con anticipación o quizá sea que tengo el síndrome de Pedrito Sartén (Peter Pan).
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