Cuando uno escucha la palabra granero a la mente le vienen imagenes de sitios oscuros, con mucho polvo, telas de araña y viejas cosas almacenadas.
En este caso sucede todo lo contrario el granero se ha vestido con sus mejores galas y se ha convertido en una preciosa casa de campo.
Sus altas techumbres hechas a base de vigas de madera nos cautivaron y desde entonces hemos decidido que la casa de Soria puede esperar que mejor buscar algo más cercano, en cualquier pueblo de los alrededore de nuesta capital donde comprar un viejo pajar o granero o casa aislada "destartalada" donde poder hacer realidad nuestros sueños...sueños de familia, sueños donde vemos corretear por el jardín de la casa a nuestros cinco pequeños vástagos y es que este sueño si ya es complicado hacerlo realidad en los tiempos que vivimos, más difícil se hace poder llevarlo a cabo en la ciudad...pero como decimos siempre, sólo es un sueño y lo sueños....sueños son.
Fotos: Nicolas Karadimos y Richard Powers.
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