Al hilo de post de ayer, hoy os enseñamos ésta hermosa casa, la cual se podría considerar como un ejemplo perfecto de la forma más común de arquitectura vernácula rural Brasileña; pero cuya acertada rehabilitación la hace algo más que éso.
Vemos una casa cuyos métodos de construcción son evidentes: una serie de postes y palos de madera dispuestos en cruz formando un entramado estructural que a continuación es literalmente recubierto con barro para formar las paredes y teja para la cubierta. Millones de brasileños viven en casas como ésta. Sin embargo sus actuales inquilinos le han querido dar una vuelta de tuerca. Respetando su estructura y aspecto exterior, con su contundente y al mismo tiempo sencilla carpintería, gran parte de la tabiquería interior de barro ha sido retirada dejando al descubierto el entramado de madera que lo sostiene. Ésto crea un espacio interior rico y luminoso al tiempo que ordenado, gracias a la estructura secundaría que de algún modo compartimenta el espacio y lo organiza (un poco al estilo Japones). La paleta de materiales y colores es sencilla y efectiva destacando unicamente la madera vieja y desgastada o comida por el sol, como trazos sobre el lienzo de cal blanca deslumbrante de las paredes.
La estructura sola se basta casi para decorar la casa, por lo que han hecho falta muy pocos muebles (pero bien elegidos) para hacerla habitable.
Sin duda, una casa sencilla, fresca, agradable y con fuerte arraigo...todo un deleite para los sentidos.
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