Hoy, en nuestra sección de viajes, nos vamos a Salvador de Bahía. También conocida como la Ciudad de la Alegría (por sus numerosas fiestas populares), Bahía es una ciudad colorista e intrínsecamente bella por su origen colonial. El casco histórico, situado en la ciudad alta, destila un cierto carácter melancólico (más que decadente) maquillado de alguna manera con colores llamativos como reclamo para el turista. Un escenario perfecto para sus famosos carnavales y sus ricos eventos folclóricos. Un curioso y llamativo elevador clásico conecta la ciudad alta con la baja, abierta a la Bahía de todos los Santos con sus terrazas, comercios y el famoso Mercado Modelo, donde antaño se subastaban a los esclavos que traían de África. Salvador también es una ciudad de contrastes donde encuentras barrios financieros con modernos rascacielos junto a enormes barrios de favelas con un indice de pobreza e inseguridad importante.
Aunque lo que realmente disfruté, y ahora añoro, de Salvador de Bahía fueron sus tranquilas e interminables playas con simpáticos chiringuitos donde te sirven cocos y cerveza fría. Hice pocas fotos porque no me lo quise perder con mis propios ojos.
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