Cuantas veces hemos paseado por páginas de revistas, programas de televisión y hasta por las calles viendo fachadas de casas que no dejan indiferente a nadie, ya sea para bien o para mal, pero hay están para ser vistas.
Cuando solamente puedes ver la fachada te quedas con ganas de más, te quedas con sed, sed de pura curiosidad, de esa que muchas veces pica con ganas, y no es que sea por puro cotilleo sino por acabar de ver la película.
En estos casos lo que suelo hacer es imaginar como habría realizado la distribución de la vivienda y que estilo de mobiliario es el que más acorde va con las pocas pista que tengo.
No deja de ser un juego tonto pero para mi es como un crucigrama o un Sudoku, un juego que me entretiene y me gusta.
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