Hay veces que las casas ocupan un solar reducido a pie de calle. Es entonces cuando el arquitecto/diseñador debe ingeniárselas para buscar soluciones que satisfagan a la vez los requisitos básicos de funcionalidad, iluminación, privacidad, etc, y las no menos importantes y exigentes premisas estéticas que toda vivienda contemporánea debe cumplir (sobre todo si así lo desean sus propietarios) como el uso extensivo de grandes vidrieras y paños enteramente ciegos en fachada.
En éste caso, dicho dilema es solucionado elegantemente mediante formulas que tratan las aberturas mas como fuente de luz que como ventanas panorámicas con vistas. De esta forma, patios interiores y exteriores dirigen la luz al interior tamizada por filtros vegetales o árboles; así mismo, fachadas enteras se recubren de 'venecianas' que trabajan a modo de celosías; mientras que la luz cenital adquiere especial relevancia bañando generosamente el interior mediante dobles alturas y el amplio hueco de escalera. El resultado es una casa radicalmente moderna donde la luz natural, filtrada, indirecta, reflejada y rebotada se hace protagonista
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