Mirando al mar

Ya tenemos ganas de playita, y para ir abriendo boca, esta vez hemos escogido una casa  que nos ha llamado la atención por la frescura y el 'optimismo veraniego' que desprende. Blanca y espaciosa, posee un basamento de hormigón que la refresca y delimita, mientras que una expresiva sobre-estructura de acero, a modo de garabato, la protege del sol al tiempo que confiere movimiento a la fachada y nos da una idea del carácter lúdico de la casa. Todo parece estar pensado para una utilización óptima durante el periodo estival, como las paredes acristaladas abatibles y las ventanas de lamas que garantizan una ventilación total de la casa (y seguro que algún que otro mosquito) o incluso el suelo de gran formato que facilita la tarea de barrer la arena que se mete tras una caminata desde la playa situada más allá de las dunas de vegetación densa.

Aunque, mirando bien la última foto, creo que lo que realmente me da envidia es la playa y no la casa.