Esta casa tunecina representa a la perfección los valores de la arquitectura típica de éste atractivo país musulmán. Perdida en el tejido urbano de la ciudad, ésta casa sabe sacar provecho de la luz indirecta que entra tamizada a través de patios y celosías por las escasas ventanas, evitando así el sol implacable tunecino. Un generoso salón abovedado ocupa el corazón de la casa, un lugar fresco y tranquilo, perfecto para pasar las horas muertas charlando y tomando el té. Por otro lado, la azotea se convierte en un segundo salón donde lo que prima ya no es la privacidad y los espacios recogidos de luz tenue, sino que aquí una luz cegadora, multiplicada por el blanco omnipresente, te obliga a entornar los ojos para poder disfrutar de la magnifica panorámica de 360º que te brinda este lugar.
Sin dudas sería feliz en la azotea!!!!
ResponderEliminarMe encantaaaaaaaaaa
ResponderEliminarYo me quedaria con la cocina y un cafe calientito...ummmm.
ResponderEliminarFelices Pascuas que pasen divino...besos!!!!!