sábado, 22 de septiembre de 2012

Bart de mayor será Flanders

El tiempo pasa y nos hacemos mayores (gracias a Dios); y lo que antes considerábamos excesivamente formal y "aburrido", cada vez va cobrando mayor sentido ya sea por conveniencia o funcionalidad, o simplemente porque nuestros gustos cambian, al igual que lo hacen nuestros cuerpos y nuestra manera de ser y sentir en general. No es que hayamos dejado de admirar o envidiar lo excesivo y transgresor (siempre queda una pequeña llama ahí dentro), es solo que 'ya no nos hace el papel', no se adapta a nuestras necesidades y por lo tanto es descartado. Es un proceso lento y confuso, de duras luchas internas entre los ideales creados durante aquella 'eterna juventud', y la tangible e incontestable realidad actual reflejada hoy en el espejo. Al final la realidad se impone y el proceso de "flanderización" comienza irremediablemente para evitar traumas innecesarios.
Puede que el inquilino de éste sereno y agradable hogar soñara con lofts diáfanos y deportivos biplazas no hace mucho tiempo. -No pasa nada...es ley de vida; mas que traición es una evolución, no?- se dice a sí mismo con una leve sonrisa de complacencia mientras se acomoda en el sofá. 









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