Casa Stennas

Personalmente considero a Gunnar Asplund (Suecia 1885-1940) un arquitecto apasionante, no solamente por la calidad indiscutible de sus obras, sino también por la evolución heterogénea, casi contradictoria, de su carrera arquitectónica, capaz de construir modernos pabellones (extrañamente high-tech para la época-1930) en la Exposición Internacional de Estocolmo, y también una casa (la que nos ocupa)...que enamora por su aparente banalidad  y extraordinaria sencillez.

 “la casa de Asplund es un organismo arraigado al suelo y sumergido en la naturaleza” Bruno Zevi

Casa Stennas ( Suecia,1937) es una vivienda/cabaña de fin de semana situada en la isla de Lisön, que el propio Asplund construyó para su familia tres años antes de su repentina muerte. Erigida en una verde pradera, la edificación surge a los pies de una afloración granítica en un paraje natural de extrema belleza, donde la arquitectura aparece sin afán protagonista. La vivienda se entiende desde el sueño nórdico de vivir en comunión con la naturaleza, donde reine el silencio y la tranquilidad. Así Asplund plantea este retiro con una humildad encomiable. La casa rehuye de cualquier ornamento y no claudica ante ningún estilo o moda arquitectónica. De hecho tiene más que ver con la arquitectura vernácula (arquitectura sin arquitectos) que con la vanguardia modernista del momento.

Todo el programa se desarrolla en una sola planta que se va adaptando a la topografía para quedar conformada en cuatro niveles. Así mismo, la casa se fragmenta en dos volúmenes a traves de una pequeña dislocación en la entrada que permite que la zona del salón (zona de día) se oriente hacia el sur y termine encuadrando las vistas sobre el archipiélago de Estocolmo. Los cuatro escalones cerámicos que bajan al salón, penetran en una cavernosa chimenea que se convierte en el punto neurálgico de la casa, actuando como zona de estancia y de paso a la vez.

 “Existe un parecido notable entre la chimenea de Stennas y la del cuadro –skymningsglöden, brasas del crepúsculo- del pintor Björn Ahlgrensson, de 1913. Recordemos que la luz nórdica no es sólo diurna sino también la luz del fuego…es difícil exagerar la importancia que tiene el fuego en lima nórdico como medio para reunir a la gente en el hogar. El cuadro es una percepción psicológica y Asplund proyectó esa chimenea con la misma intuición. Esta obra no sólo expresa un reconocimiento de la luz y del espacio como tal, sino una capacidad extraordinaria para modelarlo según sus intenciones. Permite apreciar lo que un maestro puede hacer con sus instrumentos. Tenia la capacidad de comprender a la gente que había de experimentar y de utilizar los edificios.”  José Manuel López-Peláez

Björn Ahlgrensson, brasas del crepúsculo

El espacio exterior  se acota por la presencia en frente de la casa de un gran roble, que define el espacio previo al porche de entrada. Este terreno, resguardado de los fríos vientos del norte, se encuentra en ligera pendiente y termina siendo el verdadero salón de la casa. El entorno fue respetado tal cual estaba, a excepción de unos pocos árboles frutales y una pequeña huerta en la parte posterior de la casa donde Asplund pasaba gran parte del tiempo.

La cimentación de la casa en su mayor parte es la propia roca, mientras que algún pilar descansa sobre piedras que encontraron allí mismo. La estructura de la casa es de madera y la cubierta a dos aguas tiene faldones con pendientes ligeramente distintos que desalojan el agua en cuatro barriles. Cada ventana se ajusta en altura y dimensión a las necesidades interiores del propio uso de la vivienda, así como a la relación con el exterior, dando como resultado una cierta imagen con gusto por lo casual.