Oia ( Santorini )

Oia, está considerada la capital artística de la isla de Santorini y es la postal perfecta que aparece en los escaparates de las agencias de viajes de todo el mundo, mostrando sus casitas blancas y sus calles estrechas y adoquinadas, donde puedes cruzarte con un burro sediento y a punto de darle un jamacuco por el corpulento guiri que lleva en sus lomos.

Este pequeño pueblo se posa en la cima de una roca mirando tanto hacia adentro sobre el caldera como hacia el norte, el Mar Egeo. Sus coquetas casas encaladas se amontonan encaramadas a la ladera como pequeños pasteles recubiertos de azúcar y chucherías a modo de cúpulas y campanarios. Son estructuras milenarias (los antiguos pobladores minoicos ya las hacían así) que se adaptan perfectamente a la climatología y al terreno donde se asientan. Su morfología y aparentemente caótica disposición las convierte en magníficas construcciones bioclimáticas cuyos gruesos muros y pequeñas perforaciones saben sacar el mayor provecho al sol y a la brisa marina. La casa que hoy os presentamos es un buen ejemplo de la atractiva y especial arquitectura de Oia

Sin duda, volvería una y mil veces, pues el recuerdo que tengo de esta isla es inmejorable, quizá fue la isla, quizá la compañía.