martes, 1 de mayo de 2012

Los Becher

Sobradamente conocida es la obra de Bernd y Hilla Becher y su escuela de Düsseldorf, caracterizada por una peculiar y obstinada búsqueda de la belleza (donde en principio no la hay) a través de un estricto rigor metodológico. Un rigor que llega a ser tan obsesivo que le transfiere a sus escenas un carácter 'científico', lo cual creó cierta polémica sobre su rígida estética, que en principio solo fue valorado por ingenieros y arquitectos. Es justamente este rigor, el que, cuando visto no aisladamente sino una imagen detrás de otra como seriación fotográfica, cuando constituye su verdadero valor, como `una lección de anatomía', consiguiendo obtener una abstracción realmente novedosa para la fotografía contemporánea.
Gran parte de la innovación artística de los Becher se encuentra en el sistemático y al mismo tiempo regio tratamiento que le dan a la materia como objeto mundano. Hay un interesante juego entre su enfoque documental de frialdad aséptica y el efecto ennoblecedor de sus composiciones sinceras y cuadriculadas, lo que eleva a esas estructuras y edificios vernáculos industriales (arquitectura de lo puramente práctico) a un estatus realmente icónico.
Los Becher fotografiaban series de edificios industriales (lo que ellos llaman esculturas anónimas) siguiendo unas pautas muy definidas. Todo su trabajo es en blanco y negro. Para tomar sus imágenes solian situar una cámara de gran formato en un punto elevado y siempre con el mismo esquema de composición frontal, para luego con una luz difusa (nublado, para no crear sombras) dejar abierto el objetivo durante un largo tiempo de exposición (de esa forma se evita la figura humana) y así crear imágenes de una nitidez extraordinaria.



  










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